En la industria de los pernos, es común que los términos "galvanizado" y "zincado" se utilicen indistintamente, pero en realidad describen procesos distintos con aplicaciones y beneficios específicos. Ambos tienen como objetivo proteger los pernos contra la corrosión, especialmente en condiciones donde están expuestos a humedad, pero difieren en su método de aplicación, espesor del recubrimiento y resistencia.
Galvanizado en caliente
El galvanizado, también conocido como galvanizado por inmersión en caliente, consiste en sumergir el perno en zinc fundido a una temperatura cercana a los 450 °C. Este proceso forma una capa gruesa y uniforme de zinc, que ofrece una excelente barrera contra la corrosión. Además, durante el enfriamiento, se crea una aleación zinc-hierro en la superficie del perno, proporcionando una doble protección: una barrera física y una protección catódica. Este tipo de recubrimiento es ideal para pernos que estarán expuestos a ambientes exteriores hostiles, como en construcciones, infraestructuras, y torres de alta tensión.
Zincado electrolítico
El zincado, o zincado electrolítico, es un proceso en el que los pernos son sumergidos en una solución y mediante corriente eléctrica, se deposita una capa fina de zinc sobre la superficie del perno. A diferencia del galvanizado en caliente, el zincado electrolítico produce un acabado más suave y brillante, pero con una capa más delgada de zinc. Si bien este recubrimiento es eficaz para prevenir la oxidación en ambientes interiores o en áreas con menor exposición a la humedad, su resistencia es menor en comparación con el galvanizado en caliente.
Diferencias clave
- Espesor del recubrimiento: El galvanizado en caliente ofrece un recubrimiento más grueso (hasta 85 micras) en comparación con el zincado electrolítico (entre 5 y 15 micras).
- Resistencia a la corrosión: El galvanizado en caliente es más resistente en ambientes exteriores y corrosivos, mientras que el zincado es adecuado para aplicaciones interiores o menos agresivas.
- Acabado: El zincado electrolítico tiene un acabado más estético, ideal para aplicaciones donde la apariencia es importante, mientras que el galvanizado tiende a tener un acabado más rugoso.
En conclusión, aunque tanto el galvanizado como el zincado ofrecen protección contra la corrosión, la elección entre uno y otro dependerá de las condiciones de uso. Para ambientes agresivos y exteriores, el galvanizado en caliente es la mejor opción. Para aplicaciones donde el aspecto estético es relevante y la exposición a la corrosión es menor, el zincado electrolítico puede ser suficiente.
Recuerda, seleccionar el perno adecuado es esencial para garantizar la longevidad y seguridad de tus proyectos.